El «Jinete sin Cabeza» es una leyenda popular y no una fábula en sí misma, pero la hemos adaptado al estilo de una fábula:
En un bosque sombrío y lleno de misterios, había una historia que todos los animales temían: la del Jinete sin Cabeza. Se decía que este jinete galopaba por el bosque cada noche, buscando su cabeza perdida.
Un pequeño ratón llamado Timo, siempre curioso y aventurero, decidió una noche investigar la verdad detrás de esta leyenda. Armado con una pequeña linterna, se adentró en el bosque. A medida que avanzaba, escuchó el galope de un caballo y, escondiéndose detrás de un árbol, vio al famoso jinete.
Sin embargo, notó algo inusual: el jinete no parecía malévolo ni peligroso. Parecía triste y perdido. Timo, armado de valor, decidió acercarse. Descubrió que el jinete había perdido su cabeza por un malentendido y ahora estaba atrapado en una eternidad de búsqueda y soledad.
Timo, sintiendo empatía, decidió ayudar al jinete. Durante días y noches, buscó por todo el bosque hasta que finalmente encontró una vieja calabaza tallada que se asemejaba a una cabeza. La llevó al jinete, quien, agradecido, la colocó en lugar de su cabeza perdida.
El jinete, ahora con una «cabeza», dejó de ser una figura temida y se convirtió en el protector del bosque, ayudando a todos los animales en sus momentos de necesidad.