Las fábulas cortas para escribir tienen la intensión de traer todos los beneficios de las fábulas, como fomentar la lectura y enseñar lecciones morales de forma interesante. Sumado a la posibilidad, al ser fábulas muy cortas, de que los niños la tomen como un dictado o la transcriban rápidamente a fin de mejorar su educación en casa.
La Ballena Azul y la Foca

Había una vez una ballena azul que tras comer unas 3 toneladas de mariscos en un sólo día, se encontró nadando a una foca que le dijo: «Oye, tienes que dejarle algo a los demás».
«Sólo estoy comiendo lo que necesito» le contestó la ballena.
Moraleja
No todos se miden por igual.
El Águila y el Conejo

Erase una vez una majestuosa águila que mientras volaba creyó ver a un conejo, para tomarlo como presa se lanzó precipitadamente al suelo. Cuando llegó se dio cuenta que no era un conejo sino un feroz lobo, entró en pánico y estuvo a punto de ser cazada pero logró huir con mucha dificultad.
Moraleja
No siempre lo que ves es cierto.
El Calamar, el Atún y el Cachalote

Un atún pese a su desventaja hizo enojar a un calamar, quien enojado derramó toda su tinta a su alrededor. Toda el agua quedó completamente oscura. El calamar no era capaz de ver absolutamente nada gracias a él mismo, tan pronto se movió fue comido por un cachalote que si que pudo ver su movimiento.
Moraleja
No te dejes perturbar por pequeñeces.
El Perro en el Pajar

Un perro estaba jugando en dentro de un pajar cuando se acercaron los bueyes a comer su paja, se puso a ladrar asustando a los bueyes que sólo querían comer tranquilos. Uno de ellos exclamó: «¡Este perro es un egoísta! ¡No come la paja pero tampoco los deja comerla!.
Moraleja
Debes ser justo con los demás.
El Hombre y la Espina

Había una vez un hombre que estaba trabajando en su granja, cuando de repente sintió como se le clavaba una espina en el pie. Mientras gritaba de dolor exclamó: «¡Gracias a Dios, gracias!.» Pese a lo que se podía pensar, no estaba siendo sarcástico, el hombre continuó diciendo: «Tengo suerte de no tener mis nuevos zapatos.»
Moraleja
Las cosas dependen de como las veas.
El Búho y el Palomo

Érase una vez un búho solitario por su propio egoísmo, se creía el más perfecto, pero todos los animales lo ignoraban y evitaban como si tuviese gripe. Como sí fuera poco tenía un aspecto agrio y antipático. Un día el búho se preguntaba «¿Por qué todos me evitan?» un palomo que pasaba volándolo escuchó y le respondió «Pues, por tu culpa. Si amas, otros te amarán»
Moraleja
Das lo que recibes.